lunes, 20 de septiembre de 2010

LA NUEVA CANCIÓN CHILENA

La Nueva Canción Chilena fue un movimiento musical chileno que se desarrolló formalmente durante la década de 1960 hasta la primera mitad de la siguiente. Fuertemente arraigado en el momento politico que va desde el gobierno del democratacristiano Eduardo Frei Montalva hasta las postrimerías de la Unidad Popular y el derrocamiento del presidente socialista Salvador Allende en 1973, cuando muchos de sus exponentes debieron partir al exilio donde continuaron y evolucionaron sus carreras musicales fuera de Chile. Algunos de los artistas que formaron parte de este proceso fueron Víctor Jara, Violeta Parra, Isabel Parra, Ángel Parra, Osvaldo 'Gitano' Rodríguez, Patricio Manns, Quilapayún, Inti Illimani, Illapu y Cuncumén entre otros. En la difusión del movimiento fue crucial la participación del hombre de radio y gestor cultural Ricardo García.
Estos músicos e investigadores intentaron recuperar la música folclórica tradicional chilena y fusionarla con los ritmos latinoamericanos, además de explorar líricas de contenido social. El fenómeno sociomusical tiene su origen en el trabajo de Violeta Parra y luego en sus hijos Angel e Isabel. Esos hermanos abren a mediados de los años 1960 el lugar donde se desarrollará el epicentro musical del movimiento, la Peña de los Parra, en Carmen 340 en la ciudad de Santiago. La casona albergaba a quienes querían escuchar música folclórica y conocerían la evolución artística de figuras como Isabel Parra y Ángel Parra, Patricio Manns, Rolando Alarcón y Víctor Jara.
Los frutos de la peña se conocerán en 1965 cuando la canción de Patricio Manns, Arriba en la cordillera, se empina en los primeros lugares de popularidad, así como los temas de Rolando Alarcón que son ampliamente difundidos y reproducidos por terceros.
En 1968, se crea la Discoteca del Cantar Popular (DICAP) perteneciente a las Juventudes Comunistas de Chile para publicar a los artistas que no tenían espacio en los sellos multinacionales por sus temáticas contestatarias y anticapitalistas. La primera placa publicada fue Por Vietnam de Quilapayún. En julio de 1969 la Universidad Católica de Chile organizó el Primer Festival de la Nueva Canción Chilena, en la que Víctor Jara ganó con la canción Plegaria a un Labrador.
Después, del golpe de 1973, Ricardo García funda el Sello Alerce en 1975, como una forma de reeditar la Nueva Canción Chilena, que en dicho momento esta prohibida o autocensurada de su emisión en las radios, así como una forma de rescatar las grabaciones originales de su destrucción.

LA NUEVA CANCIÓN

La Nueva canción fue un movimiento musical de América Latina y España que apareció más o menos al mismo tiempo —a mediados de la década de los años 1960— en varios países del continente. Se trataba de una canción que difería de la producción popular anterior debido a que poseía un fuerte compromiso social nuevo en América Latina. Se relaciona con el Movimiento del Nuevo Cancionero, lanzado en 1963 en Mendoza, Argentina, con el objetivo conciente de promover una nueva canción latinoamericana.[1]
Entre sus principales exponentes solistas, algunos de los cuales se mantienen activos, figuran: Soledad Bravo, Rubén Blades, Chico Buarque, Facundo Cabral, Jorge Cafrune, José Carbajal el Sabalero, Katia Cardenal, León Gieco, Gilberto Gil, Horacio Guaraní, Víctor Heredia, César Isella, Víctor Jara, José Larralde, Carlos Mejía Godoy, Luis Enrique Mejía Godoy, Pablo Milanés, Manuel Monestel, Milton Nascimento, Rubén Pagura, Piero, Alí Primera, Silvio Rodríguez, Nicomedes Santa Cruz, Raul Seixas, Gabino Palomares,Mercedes Sosa, Armando Tejada Gómez, Geraldo Vandré, Caetano Veloso, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, etc. Por sus vínculos con la canción latinoamericana también suele incluirse en el movimiento al catalán Joan Manuel Serrat.
Entre los grupos destacados del movimiento se encuentran el Cuarteto Zupay, Los Guaraguao, Illapu, Inti Illimani, Los Olimareños, Opus Cuatro, Pedro y Pablo, Quilapayún, Quinteto Tiempo, Savia Andina, Convite etc.
Este movimiento reconoce antecedentes como Violeta Parra en Chile y Atahualpa Yupanqui en Argentina. Entre las obras paradigmáticas de la nueva canción se encuentran "Pra não dizer que não falei das flores (Caminhando)" (1968), "Canción con todos" (1969), la "Cantata Santa María de Iquique" (1970), "El pueblo unido jamás será vencido" (1973), "Todavía cantamos" (1983), etc.


Victor Jara

Víctor Lidio Jara Martínez (San Ignacio, 28 de septiembre de 1932 - Santiago, 16 de septiembre de 1973) fue un músico, cantautor y director de teatro chileno.
Procedente de una familia campesina de Ñuble, se convirtió en un referente internacional de la canción reivindicativa y de cantautor. Fue torturado y asesinado en el antiguo Estadio Chile (que después fue denominado Estadio Víctor Jara) por fuerzas represivas de la dictadura de Augusto Pinochet, poco después del golpe militar que derrocó al gobierno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

Víctor Lidio Jara Martínez (San Ignacio, 28 de septiembre de 1932 - Santiago, 16 de septiembre de 1973) fue un músico, cantautor y director de teatro chileno.
Procedente de una familia campesina de Ñuble, se convirtió en un referente internacional de la canción reivindicativa y de cantautor. Fue torturado y asesinado en el antiguo Estadio Chile (que después fue denominado Estadio Víctor Jara) por fuerzas represivas de la dictadura de Augusto Pinochet, poco después del golpe militar que derrocó al gobierno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.


Violeta Parra

Violeta del Carmen Parra Sandoval (San Fabián de Alico, al interior de San Carlos, el 4 de octubre de 1917 - Santiago de Chile, 5 de febrero de 1967) fue una cantante, compositora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena, considerada por muchos la folclorista más importante de Chile y fundadora de la música popular chilena. Era miembro de la prolífica familia Parra.
El aporte de Violeta Parra al quehacer musical y artístico chileno se considera unánimemente de gran valor y trascendencia. Su trabajo sirvió de inspiración a muchos artistas posteriores, que continuaron con su ardua tarea de rescate de la música del campo chileno y las manifestaciones constituyentes del folclore del país y de Latinoamérica. Sus composiciones propias han sido elogiadas por críticos de todo el mundo, tanto por su compleja elaboración musical como por sus letras poéticas, ingeniosas y socialmente comprometidas. Sus canciones han sido versionadas por gran cantidad de artistas en Latinoamérica y el resto del mundo.








 

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